ANATOMÍA QUIRÚRGICA DEL COLON

 

ANATOMÍA QUIRÚRGICA DEL COLON

Introducción.

El colon, o intestino grueso, es la porción de tubo digestivo comprendida entre la válvula ileocecal y el recto. Aunque su límite proximal siempre es evidente, su límite distal es menos fácil de reconocer.

La «charnela rectosigmoidea» o «curvatura rectosigmoidea» corresponde según los anatomistas al segmento intestinal situado ante la parte más baja de la raíz vertical medial (raíz primitiva) del mesocolon sigmoide, frente a la tercera vértebra sacra, en la zona donde desaparecen las tenías cólicas, donde se divide la arteria rectal superior.

Estas referencias no siempre son fáciles de localizar en las condiciones quirúrgicas, laparoscópicas o abiertas.

En la práctica para el cirujano, la unión por continuidad del colon y del recto está casi siempre marcada por un discreto estrechamiento de calibre que, cuando se presenta el intestino extendido, se sitúa ante el promontorio.

 

Desarrollo embrionario del colon, el recto y el ano.

Desarrollo normal.

Durante la herniación del intestino en el cordón umbilical, un agrandamiento local ligero de la porción posterior a la arteria mesentérica superior marca el sitio del futuro ciego. El crecimiento y diferenciación de esta asa postarterial queda por detrás del asa prearterial proximal cuando  el intestino regresa al abdomen.

Se pueden encontrar células en copa y células epiteliales con un borde estriado hacia la undécima semana. Durante el tercer mes, aparecen glándulas y vellosidades en el colon. Las vellosidades alcanzan su máximo desarrollo en el cuarto mes y se acortan en forma gradual para desaparecer con el agrandamiento del colon en el séptimo y octavo meses.

La capa circular de la muscularis externa aparece en la porción caudal en la novena semana y se disemina en dirección craneal. Las células ganglionares del plexo mientérico de Auerbach llegan al colon en la séptima semana y la inervación parece completarse hacia la duodécima semana (Okamota y Veda, 1967).

Las primeras fibras musculares longitudinales están presentes en el canal anal hacia la décima semana. Arriba del colon sigmoides las fibras longitudinales se extienden en dirección craneal sólo a lo largo del borde mesentérico del colon y llegan al ciego en la undécima semana. Para el cuarto, todo el colon está cubierto, pero el crecimiento de la capa muscular no se mantiene al mismo ritmo que el aumento en el diámetro del colon. Hacia el cuarto mes, la capa de músculo longitudinal se separa en tres bandas, por las tenía coli (tenías o bandas del colon). El meconio llega en forma gradual al colon y al íleon 

terminal hasta el momento del nacimiento.

 


Figura 1: Diagrama del desarrollo del intestino embrionario para dar lugar al cordón umbilical. La rama distal muestra una proyección  en el lugar del ciego. Las tres grandes arterias que irrigan el estómago y los intestinos son remanentes  de las arterias vitelinas anteriores

 

Desarrollo anormal.

Estenosis y atresias.

Las estenosis y atresias ocurren de acuerdo con la misma parte que las del intestino delgado. Son menos comunes en el intestino grueso, y abarcan del 4.60 % (Gross, 1958) al 1.70% (Davis Poynter, 1922) de todas las atresias intestinales. Las de tipo 1 (diafragmadas) ocurren con más frecuencia en el colon ascendente y sigmoides, y la mayor parte de las de tipo III (segmental completo) ocurren en el colon transverso (Sturim y Ternberg; 1966). El tratamiento es el mismo que para las atresias del intestino delgado.

 

Megacolon áganglionar congénito (enfermedad de Hirschsprung).

El megacolon aganglionar resulta de la ausencia de células ganglionares en un segmento distal de colon. Las células ganglionares neuro entéricas se originan por lo regular en la cresta neural, entran en el extremo craneal del esófago y siguen las fibras del nervio vago en dirección caudal hasta que todo el intestino se inerva. No se sabe por qué algunas veces la migración de células se detiene un poco antes del recto, Por lo general, están presentes fibras postganglioriares a partir de los ganglios normales proximales, así como las fibras vágales preganglionares, Es común que se extienda el segmento aganglionar hacia el colon sigmoides, pero la totalidad del intestino grueso y a veces del intestino delgado puede estar afectado (Gray y Skandalakis, 1972).

El segmento proximal, muy dilatado, es normal; el segmento distal, muy colapsado, no tiene ganglios. La línea de resección debe ser dentro del área en que las células ganglionares están presentes. Debido a que la aganglionosis no es la única causa de megacolon, es necesaria una biopsia para demostrar la ausencia de células ganglionares en el segmento colapsado y su presencia en el segmento dilatado.

 

Posición anomala cronica

Se distinguen varios tipos de posición anomala. En el síndrome de Chilaiditi, el ángulo  hepatico del colon se sitúa entre el hígado y el diafragma debido a anomalías de los ligamentos hepáticos. De acuerdo con Balthazar:  Las anomalías de la posicion del colon pueden atribuirse a una detención en el desarrollo normal del segmento distal del intestino medio. Las alteraciones que tienen lugar durante los estadios incipientes de la rotación originan anomalias graves de la posición, mientras que aquellas que afectan a estadios posteriores producen formas más moderadas ( ...) Se ha descrito una elevada incidencia de ausencia de fijación asociada a estas anomalías, la cual da lugar a colones móviles que pueden detectarse a nivel radiológico. Asimismo, la gran mayoría de las rotaciones colónicas patológicas engloba anomalías de la rotación que afectan al tubo digestivo proximal. Su implicación clínica se relaciona con la presencia de otras anomalías congénitas asociadas, o bien con complicaciones derivadas de fijaciones defectuosas del mesenterio, como bandas peritoneales, adhesiones, acodaduras, o vólvulo intestinal.

DePrima y cols. refirieron un caso de rotación intestinal invertida debida a rotación y fijación patológicas. Tanto el colon ascendente como el descendente pueden adoptar una posición retropsoica (posición colónica posterior o posterolateral con respecto a este musculo  a un nivel por debajo del polo renal inferior). Prassopoulos y cols.

 

Colon corto congénito

El colon corto congénito representa la sustitución total o parcial del colon por una bolsa, la cual se asocia a una malformación anorrectal y una fistula coló-urinaria. Herman y cols. han referido un caso de colon corto congénito asociado a atresia anal. Un artículo excelente sobre el colon corto congénito publicado por Wakhlu y cols. ha apuntado  que la intervención inicial debería consistir en una colostomía seguida de la escisión/coloplastia y el descenso de la bolsa mediante un abordaje abdominal y sagital posterior cuando el niño haya cumplido 6 meses de edad.

 

Estructura general y morfología del colon

Desde el punto de vista anatómico, pueden distinguirse ocho partes sucesivas: el ciego, el colon ascendente, el ángulo derecho, el colon transverso, el ángulo izquierdo, el colon descendente, el colon ilíaco y el colon sigmoide o pélvico.

El conjunto de estos segmentos cólicos se dispone en forma de marco en la cavidad abdominal .



Figura 2:  Situación general del marco cólico.

 

El colon derecho consta (Fi del:

Ø ciego (segmento inicial del colon, situado por debajo de la anastomosis ileal) y

Ø  el colon ascendente (relativamente superficial, que asciende por el flanco derecho para girar a nivel del ángulo derecho o ángulo hepático).

Ø El colon transverso cruza el abdomen, que queda dividido en dos zonas por su meso. La porción derecha del colon transverso se sitúa casi en horizontal a lo largo de la curvatura mayor gástrica. El colon transverso izquierdo se  hace  más profundo al ascender en el hipocondrio izquierdo. El ángulo izquierdo (ángulo esplénico) ocupa una posición profunda.

Ø El colon gira entonces en sentido inferior para descender por el flanco izquierdo (colon descendente).

Ø  Frente al ala ilíaca, adopta un sentido oblicuo hacia la parte medial para unirse al borde medial del músculo psoas (colon ilíaco). De este modo cruza la fosa ilíaca izquierda.

Ø La porción terminal (pélvica) del colon izquierdo (asa sigmoide) va de los vasos ilíacos izquierdos a la cara anterior de la tercera vértebra sacra, tras describir un bucle de concavidad inferior.

 



Figura 3 : A. Morfología general del colon, con el segmento transverso y el epiplón levantados. 1. Ciego; 2. colon ascendente; 3. ángulo derecho o hepático; 4. colon transverso; 5. ángulo izquierdo o esplénico; 6. colon descendente; 7. colon ilíaco.

B, C. Aspecto radiológico. El vértice de un asa sigmoide larga, durante la repleción, puede situarse en la fosa ilíaca derecha.

 

Para el cirujano, es útil distinguir sobre todo el colon derecho, cuya vascularización depende de la arteria mesentérica superior, y el colon izquierdo, que depende de la arteria mesentérica inferior.

 La unión entre el colon derecho y el izquierdo se sitúa frente a la arteria cólica media, cuando existe. Este punto corresponde en la práctica a la unión de los tercios medio e izquierdo del transverso, es decir, en situación quirúrgica, al punto de cruce con el reborde costal izquierdo.

El colon derecho y el izquierdo son dos entidades anatómicas distintas, con su vascularización arterial y venosa propia, un drenaje linfático independiente y una inervación separada [Godlewski , 1994].

Según Loygue, el colon derecho, y sobre todo el colon ascendente «grueso y corto, como una especie de saco distendido por los gases, que aparece bajo la mano cuando se ha incidido el flanco derecho», se opone al colon descendente, «una cinta larga y delgada extendida del fondo del hipocondrio izquierdo al estrecho superior, contraída, no más gruesa que el dedo y que hace falta buscar para descubrirla y seguirla». No obstante, estas diferencias suelen ser muy tenues por las condiciones quirúrgicas.

Morfología externa

El colon se diferencia en principio con facilidad del intestino delgado por su mayor calibre, su apariencia abollonada y su coloración más pálida y gris azulada. Los abultamientos o haustras están separadas por estrangulamientos, que hacen impronta en la luz en forma de pliegues semilunares.

La superficie cólica está además recorrida por unas bandas blanquecinas (tenias), que son la condensación de la capa muscular externa longitudinal, de alrededor de 1 cm de ancho, que lo segmentan en sentido longitudinal.

Existen tres tenías, del ciego al sigmoide, una anterior (en el borde libre) y las otras dos posterolaterales. A nivel del sigmoide, las tenías se reducen a dos, una anterior y otra posterior, para desaparecer un poco por debajo de la unión colorrectal [Kahle, 1978]. Estas tenías cólicas suelen ser, para el cirujano, la zona de elección de una colotomía: la pared gruesa y fibrosa a su nivel es más fácil de sujetar y es más resistente. Cuando se incide el colon en una de las tenías, se debe hacer en su punto medio para evitar una retracción asimétrica de la pared.

Al nivel de los haustras, la pared cólica es más delgada y la capa muscular se encuentra reducida tan sólo a la parte circular.

Además del epiplón mayor, unos fragmentos adiposos, los apéndices epiploicos, se insertan en las porciones derechas y sobre todo izquierdas del colon, a ambos lados de las tenías. Pueden ser especialmente voluminosas y molestas en los pacientes obesos. Cuando deben resecarse, hay que seccionarlas tras haberlas ligado con hilo fino, a poca distancia de la pared, porque puede incluirse un divertículo mucoso.

 

Peritoneo cólico. Fijaciones. Epiplón mayor

El colon está rodeado por todas sus caras por la capa serosa peritoneal que lo une al peritoneo preaórtico, rodeando una lámina por la que discurren los vasos: el mesocolon




Figura 4 : Mesocolon. Del arco de Riolano parten los vasos derechos.

 

Fascias de fijación: segmentos cólicos fijos

El mesocolon de los segmentos cólicos derechos (ciego, colon ascendente y ángulo derecho) e izquierdos (ángulo izquierdo, colon descendente e ilíaco), tras situarse en un plano frontal debido a la rotación del asa cólica primitiva (figura 5), se adhiere después durante el desarrollo embrionario a la pared abdominal: su fusión con el peritoneo parietal posterior primitivo constituye las fascias de fijación (fascia de Toldt) derecha e izquierda, que fijan por detrás los segmentos cólicos verticales derechos e izquierdos ( Figura 6).

 

Figura 5 : A, B, C, D. Desarrollo y rotación del asa intestinal primitiva.




Figura 6 : Tras la rotación y fijación de las dos fascias de Toldt, el alargamiento del colon prosigue a la izquierda.

 

La fascia prerrenal se denomina fascia de Gerota y es una estructura resistente e independiente de la fascia de Toldt, ante la que pasa la disección oncológica del mesocolon. La fascia descrita por detrás del riñón por Zuckerkandl se denomina a veces sin razón fascia de Gerota [Chesbourg, 1989].

Las zonas de unión derecha e izquierda definen los segmentos fijos del colon que se oponen para el cirujano a los segmentos libres o móviles, exteriorizables con facilidad en principio  y  sin despegamiento previo (Figura 7).



Figura 7: Las zonas fijas (colon unido) (3) se oponen a las zonas móviles (colon flotante) (1). Las zonas charnela (ángulos cólicos y colon ilíaco) (2) las separan.

 

Mesocolon flotantes: segmentos cólicos móviles



El mesocolon transverso, más o menos largo e infiltrado por grasa, es libre y flotante. Cruza a lo largo de derecha a izquierda, pero el transverso izquierdo no se exterioriza con tanta facilidad como el derecho, debido a que es más profundo. La «raíz» del mesocolon transverso marca el límite superior de la fijación y el repliegue de la hoja peritoneal sobre la pared posterior. Cruza por delante la segunda porción del duodeno y la cara anterior de la cabeza del páncreas, y después rodea el borde inferior de éste (Figura 8).


Figura 8: La raíz del mesocolon transverso cruza de derecha a izquierda y en sentido inferosuperior el duodeno páncreas y después rodea el borde inferior del cuerpo y de la cola del páncreas. Por debajo, la raíz del mesenterio es oblicua en sentido inferior derecho. La raíz del meso sigmoide dibuja una V invertida por encima de los vasos ilíacos izquierdos.

 

El cirujano puede realizar siempre la «desinserción» de esta raíz respetando el arco vascular de Riolano; la sección de la arteria cólica media es necesaria, cuando existe, y no tiene consecuencias.

La liberación del colon transverso es la clave de todas las movilizaciones amplias del colon. El mesocolon pélvico también está libre. El límite inferior de la fascia de Toldt izquierda, oblicua en sentido inferolateral, constituye la raíz secundaria del meso sigmoide, la raíz primitiva, vertical, que fija en corto la porción terminal del sigmoide y la unión rectosigmoidea. Su línea de inserción describe de ese modo una V invertida que limita hacia arriba la fosa sigmoide (Figura 9).




Figura 9 : Visión de la fosa sigmoide tras levantar el asa intestinal.

 

Es tanto más larga cuanto mayor longitud tiene el asa sigmoide y presenta una morfología variable en función de la infiltración adiposa: puede ser translúcida y larga, en cuyo caso el sigmoide es fácilmente manipulable, o corta y gruesa, de forma que casi fija el colon en la fosa ilíaca.

 

Epiplón mayor

A nivel del transverso, el colon proporciona la inserción del epiplón mayor (epiplón mayor). Éste tiene la forma de un delantal fijado al estómago y extendido en la cavidad abdominal por delante de las asas del intestino delgado. Pasa por delante del colon transverso y se fija lateralmente al diafragma por unos repliegues infiltrados de grasa («ligamentos» freno cólicos). Su aspecto varía con la edad y la obesidad.

Está formado por un repliegue del peritoneo del mesogastrio posterior que se desprende de la curvatura mayor gástrica, desciende por delante del colon y después asciende para adherirse a la cara superior del mesocolon transverso antes de unirse al peritoneo parietal posterior, de forma que limita la transcavidad de los epiplones.

Entre la curvatura mayor gástrica y el colon, fusionado con la hoja superior del mesocolon transverso, se denomina ligamento gastrocólico, que puede separarse (despegamiento coloepiploico) sin afectar a la vascularización cólica. Se puede encontrar un plano avascular (Figura 10) entre las hojas epiploica y meso cólica, con más o menos facilidad, en función de la adiposidad del meso: el cirujano puede ayudarse de la diferencia 

entre la estructura fina del meso y el carácter granuloso del epiplón.

 


Figura 10: Despegamiento coloepiploico: el plano avascular (flecha roja) permite acceder a la trascavidad de los epiplones.

 

En la práctica, este despegamiento coloepiploico casi nunca es del todo avascular y es más sencillo en la parte izquierda que en la derecha de la línea media, debido sin duda al repliegue que forman las venas originadas en el tronco gastrocólico.

 

Exploración y exposición del colon

La exploración de la totalidad del marco cólico requiere una vía de acceso amplia en la cirugía abierta: medial o transversal larga. Puede emplearse la vía de acceso laparoscópico, que permite seguir la morfología externa de los segmentos cólicos móviles, pero la cara superficial de los segmentos fijos, al igual que en la cirugía abierta, sólo podrán explorarse tras el despegamiento coloparietal. La vía laparoscópica no permite palpar una posible lesión: la asociación de una endoscopia intraoperatoria puede ser de utilidad. Con independencia de la vía de acceso, la región más difícil de explorar de forma fiable es la del ángulo izquierdo.

La exposición quirúrgica del colon es más o menos fácil según la morfología del paciente: puede ser laboriosa en los obesos, que tienen mesos cortos, gruesos y frágiles y un epiplón «lipomatoso». Se realiza tras haber levantado el delantal epiploico, y al exteriorizarlo sobre la base del tórax, separando la masa de las asas del intestino delgado, que basculan a la derecha o a la izquierda sobre la charnela mesentérica. En lugar de eviscerar el intestino delgado, es mejor intentar rechazarlo hacia el hipocondrio o la fosa ilíaca, según el tiempo quirúrgico.

El acceso al colon derecho o izquierdo puede realizarse por una vía de acceso relativamente corta: medial o transversal. De este modo se pueden realizar las exéresis derechas por una vía transversal horizontal transrectal inmediatamente por encima del ombligo o por una vía corta medial supra e infraumbilical. El acceso y la movilización del ángulo derecho pueden realizarse a partir de una incisión infraumbilical.

En la parte izquierda la situación es casi la misma: aunque la vía de acceso más utilizada es la medial infraumbilical más o menos prolongada por encima del ombligo, puede exponerse y movilizarse el ángulo izquierdo por una vía sólo infraumbilical. Esta vía, en ocasiones transversa en los pacientes delgados, puede ser una incisión de tipo Pfannenstiel en algunos casos.

De forma general, una intervención limitada a un segmento cólico móvil podrá realizarse por una vía localizada y/o relativamente corta, mientras que una operación que afecte a un segmento fijo requiere un acceso amplio, a menos que la primera fase quirúrgica no pueda producir su movilización completa.

 

Descripción y relaciones topográficas

Colon derecho

 Ciego

La porción inicial del colon constituye una especie de balón abollonado, normalmente fijado en su cara posterior en la fosa ilíaca derecha. La porción terminal del intestino delgado con la que se continúa se une por su cara medial, por encima de la implantación del apéndice situada en el punto de convergencia de las tres tenías cecales. La morfología del ciego es variable. Los anatomistas distinguen cuatro tipos, que no tienen interés práctico.

La pared anterior del ciego en posición normal, ilíaca derecha, se relaciona con los músculos largos del abdomen, en la mayor parte de los casos a través del epiplón mayor y a veces de las asas del intestino delgado. Mediante la fascia de fijación posterior, el ciego se relaciona con el músculo iliopsoas, el uréter y los ramos nerviosos que descienden sobre su cara anterior: nervio femoral, nervio genitofemoral y nervio cutáneo femoral lateral.

La unión del intestino delgado en su cara medial se establece a nivel de la válvula ileocecal (orificio ileal). Este orificio, terminolateral, dispone de una válvula que el cirujano puede palpar en forma de un engrosamiento circunferencial de alrededor de 0,5 cm.

El grado de la fijación cecal es variable: entre dos repliegues parietocólicos puede existir una fosita (receso) retrocecal, a veces ocupada por el apéndice. El ciego puede estar del todo libre, móvil y expuesto al riesgo de vólvulo, sobre todo si la ausencia de fijación también afecta al colon ascendente. La situación del ciego es muy variable: en situación alta, se relaciona con la parte superior de la fosa ilíaca derecha e incluso a veces con la región infrahepática. En situación baja, se sitúa bajo los vasos ilíacos derechos, en la pelvis. En algunos casos, puede bascularse hacia la fosa ilíaca izquierda.

En la práctica, estas anomalías del desarrollo o de la fijación explican la dificultad diagnóstica de algunas enfermedades cecoapendiculares y pueden justificar una exploración inicial por acceso laparoscópico.




Figura 11 : Colon derecho. Los ganglios linfáticos se disponen a lo largo de los ejes vasculares, ramas del sistema mesentérico superior.

 

Colon ascendente y ángulo derecho

El colon ascendente, cuyo calibre es menor al del ciego, es relativamente corto (10-15 cm) y tiene un trayecto vertical, hacia la cara inferior de la parte derecha del hígado. Es ligeramente oblicuo en sentido posterior, y el ángulo derecho está más profundo que el ciego. Por delante se relaciona con las tasas de intestino delgado, el epiplón y la pared abdominal anterior. En su borde medial, por arriba, se continúa con frecuencia con la inserción del epiplón mayor.

Está fijado por detrás al flanco derecho por la fascia de Toldt derecha. A través de ésta, se relaciona con la pared muscular posterior (músculos psoas, cuadrado lumbar), con el plexo lumbar, el riñón, el uréter y los vasos genitales.

Para el cirujano, las relaciones esenciales del ángulo derecho son posteriores. Está fijado por delante del bloque duodenopancreático y, a través de la fascia,  se relaciona con la mitad inferior de la segunda porción del duodeno y con la parte derecha de la cabeza del páncreas.

El colon, en contacto con la cara inferior del hígado, se acoda en ángulo agudo, en sentido anteroinferior. La fijación de este ángulo cólico está asegurada por la inserción posterior y los repliegues peritoneales que forman el ligamento frenocólico derecho. Estos repliegues peritoneales son más o menos marcados y en la mayoría de las ocasiones están infiltrados por grasa y recorridos por pequeños vasos. Pueden continuarse en sentido superomedial hacia la cara inferior del hígado, la vesícula y el duodeno (ligamento cístico-duodeno-cólico).

 

Colon transverso

Sus dos tercios iniciales forman parte del colon derecho. El colon transverso es muy variable en longitud y topografía, de una persona a otra e incluso en la misma persona según su posición. Describe una curva de concavidad superior más o menos larga, y va del hipocondrio derecho al hipocondrio izquierdo, siguiendo la curvatura mayor del estómago, con el ángulo izquierdo siempre más alto y profundo que el derecho.

El colon transverso es muy móvil y sus únicos dos puntos fijos son los ángulos cólicos, fijados ambos en el vértice de las fascias de inserción.

En la parte derecha se relaciona, por delante con la vesícula biliar y el hígado, y después con la pared anterior del abdomen a través del epiplón mayor. Por detrás, se relaciona con la rodilla inferior del duodeno, la tercera porción de éste y el páncreas, del que se aleja debido al rápido alargamiento del mesocolon libre. A continuación se relaciona por detrás con el ángulo duodenoyeyunal y después, mediante sus dos tercios izquierdos, con la masa de las asas yeyunales. Por su parte superior, el colon transverso izquierdo se relaciona con la curvatura mayor del estómago y después con el polo inferior del bazo, del que se separa por el repliegue peritoneal del ligamento frenocólico (ligamento suspensorio del bazo). Unas expansiones epiploicas suelen unir (en especial en las personas obesas) esta condensación celuloadiposa (el «cuerno izquierdo» del epiplón mayor) con la parte inicial del colon descendente y sobre todo con el bazo. Estas últimas, que pueden ser la causa de descapsulaciones hemorrágicas, deben buscarse y seccionarse antes de cualquier maniobra. De este modo, el colon transverso izquierdo y el ángulo cólico izquierdo suelen estar cubiertos y son difíciles de ver.

 



Colon izquierdo

Ángulo izquierdo



Figura 12: Colon izquierdo. Los ganglios linfáticos se disponen a lo largo de la arteria mesentérica inferior y de sus ramas.

 

 El ángulo izquierdo adopta una posición alta, a nivel de la octava costilla. La curvatura intestinal, muy aguda, se dispone en un plano sagital: la parte inicial del colon descendente está por detrás del final del transverso. Al igual que el tercio izquierdo del transverso, el ángulo izquierdo se sitúa en profundidad en el hipocondrio izquierdo: la curvatura mayor del estómago está en una posición anterior. Por arriba, se relaciona con el bazo a través del ligamento frenocólico izquierdo, más o menos grueso según la morfología. Por detrás, la cola del páncreas puede estar muy próxima, por encima del riñón izquierdo, separada tan sólo por la fascia de inserción. En la práctica, y sobre todo en las personas delgadas, la convexidad de la rama posterior (descendente) del ángulo está en contacto con el borde inferior del páncreas.

 




Figura 13 : El ángulo izquierdo, situado en un plano profundo en el hipocondrio, está oculto por la porción izquierda del colon transverso recubierto de epiplón. Está separado del bazo por el ligamento frenicocólico (ligamento suspensorio del bazo).

 

Colon descendente y colon ilíaco

El colon descendente va del hipocondrio izquierdo a la cresta ilíaca. Es de menor calibre que el colon derecho y con mucha frecuencia tiene numerosos apéndices epiploicos. Se encuentra apoyado en profundidad sobre la pared abdominal posterior y desciende en vertical siguiendo el borde lateral del riñón y después el del psoas.

A nivel de la cresta ilíaca, el colon cambia de dirección y se dirige en sentido medial para unirse en el estrecho superior al borde medial del psoas: este es el segmento ilíaco del colon, que siempre está fijo a la pared posterolateral.

Al igual que en la derecha, las relaciones posteriores de estos segmentos fijos se establecen a través de la fascia y son musculares (pared posterior), nerviosas (plexo lumbar, crural) y genitourinarias (uréter y vasos genitales). Por delante y por detrás, el colon contacta con las asas del intestino delgado. En la parte lateral se relaciona directamente con los músculos largos de la pared.

 

Colon sigmoide

El colon sigmoide, o colon pélvico, forma un asa de longitud, morfología, situación y, por tanto, relaciones muy variables. Casi siempre está cubierto de apéndices epiploicos. Suele ser móvil y su  longitud es de unos 40 cm en el adulto, aunque puede ser corto y casi fijo (con independencia de fenómenos patológicos), apoyado sobre la pared posterolateral izquierda de la pelvis. Su porción inicial siempre está fijada en corto a nivel del promontorio, por delante de los vasos ilíacos izquierdos, próxima al uréter (que se sitúa posterior), a los vasos genitales y al sistema simpático pélvico.

El asa sigmoide suele describir a continuación un gran bucle en la pelvis, descendiendo más o menos hacia abajo en el fondo de saco de Douglas, en el varón entre el recto y la vesícula (sobre la que se recuesta más o menos) o entre el recto y los órganos genitales en la mujer. De esta forma alcanza la pared lateral derecha de la pelvis. En ocasiones puede tener un trayecto abdominopélvico y llegar hasta la fosa ilíaca derecha. Siempre está en relación directa con las asas intestinales.

 

VASCULARIZACIÓN

Vasos del colon derecho

Las arterias provienen de la arteria mesentérica superior. Se distinguen:

1.  la arteria cólica ascendente, rama de la arteria ileocólica, que vasculariza la porción inicial del colon ascendente, el apéndice y el ciego a través de sus ramas apendiculares, cecales anteriores y posteriores;

2.  la arteria cólica derecha, o arteria del ángulo derecho, que asciende hacia el ángulo derecho a la parte alta de la fascia de fijación;

3.  una arteria intermedia (inconstante) que puede ir de la mesentérica superior hacia la parte media del colon ascendente. Sólo está presente en el 10% de los casos [Garcia-Ruiz , 1996].

4.  la arteria cólica ascendente y la arteria cólica media pueden originarse de un corto tronco común en el 40% de los casos, según Nelson [Nelson, 1988];

5.  la arteria cólica media, que nace en un punto alto, directamente de la mesentérica superior en el borde inferior del páncreas. Es corta y se dirige por el mesocolon transverso hacia la unión de los tercios medio e izquierdo del colon transverso: esta arteria presenta una gran variabilidad de calibre, trayecto y modo de división. Se ha descrito un origen a partir de la arteria esplénica [Amonoo-Kuofi, 1995]. Es inconstante, aparece en alrededor del 80% de los casos pero, de forma paradójica, puede ser la predominante en situaciones excepcionales [Pillet, 1993].

Las venas cólicas derechas siguen los ejes arteriales, cruzándolos por delante para desembocar en el borde derecho de la vena mesentérica superior. La vena cólica derecha puede unirse a la vena gastroepiploica derecha y a la vena pancreaticoduodenal superior y anterior para formar el tronco venoso gastrocólico (tronco de Henle).

Para el cirujano, este tronco venoso relativamente corto discurre en una condensación celuloadiposa en la parte alta de la fascia de fijación cólica, hacia el borde derecho del mesenterio, hasta la raíz del mesocolon transverso: puede ser difícil de identificar y controlar durante la ligadura inicial de los vasos cólicos derechos en la colectomías regladas para tratar un cáncer.

Los vasos linfáticos cólicos siguen los pedículos arteriovenosos. Los ganglios linfáticos se distribuyen en cinco grupos:

6. grupo epicólico, en contacto con la pared intestinal;

7. grupo paracólico, en contacto con el arco de Riolano;

8. grupo intermedio, a lo largo de los pedículos;

9. grupo principal, en el origen de las ramas cólicas sobre la arteria mesentérica;

10.      grupo  central,  periaortocava,  en  la  cara  posterior  de  la  cabeza  del  páncreas  (confluente retroportal).

El vaciamiento linfático, cuando es necesario, implica siempre el sacrificio de los pedículos vasculares correspondientes [Toyota, 1995]. El grupo central no es accesible a la exéresis.

 

Vasos del colon izquierdo

Las  arterias  cólicas  izquierdas  provienen  de  la  mesentérica  inferior;  según  la  descripción  clásica incluyen:

1.   la arteria cólica izquierda (arteria del ángulo izquierdo) que se origina de la mesentérica inferior a 2-3 cm de su origen aórtico, por detrás del duodenopáncreas. Llega al ángulo izquierdo por un trayecto recurrente próximo a la raíz del mesocolon transverso izquierdo;

2.   las tres arterias sigmoideas, que pueden nacer de un tronco común, rama de la mesentérica, o por separado a partir de ésta. Se ha descrito un origen común de la arteria cólica izquierda y el tronco de las sigmoideas [Yada, 1997].

Esta disposición clásica no sería la más frecuente; según Nelson [1998], sólo aparecería en el 16-30% de los casos. La disposición más habitual sería, en el 66% de las ocasiones, un tronco común que origina una arteria cólica izquierda y una arteria sigmoidea asociada a una segunda arteria sigmoidea, y la vascularización del colon sigmoide podría provenir de una arteria única (10%), de dos arterias (58%), de tres (28%) o de cuatro (4%).

Las venas cólicas izquierdas siguen, al igual que en la derecha, los ejes arteriales correspondientes. La confluencia de las venas sigmoideas constituye el origen de la vena mesentérica inferior. Ésta, en la parte superior, se separa del tronco de la arteria mesentérica inferior para unirse a la arteria cólica izquierda (formando así el arco vascular del mesocolon izquierdo, o arco de Treitz). En ese punto se separa para, por detrás del páncreas, desembocar en la vena esplénica y formar el tronco esplenomesaraico.

Los vasos linfáticos tienen también la misma topografía que en la derecha. El grupo central mesentérico inferior se sitúa en el origen de la arteria, alrededor de la aorta inframesocólica. Su extirpación implica la ligadura «sobre la aorta» de la arteria mesentérica inferior tras la liberación y basculación de la cuarta porción del duodeno.

El drenaje linfático del colon transverso plantea un problema al cirujano, porque se efectúa hacia los colectores derechos, hacia los colectores izquierdos o, cuando existe, a lo largo del pedículo cólico medio, es decir, directamente hacia los colectores periaórticos retropancreáticos, que son inaccesibles a la exéresis.

 

Distribución de las arterias cólicas. Arcada paracólica

Cada arteria cólica se divide en T a 2-3 cm del borde interno del colon y se anastomosa con las ramas correspondientes de las arterias supra y subyacentes. De este modo se forma a todo lo largo del marco cólico (del ciego a la unión rectosigmoidea) una arcada marginal, a veces desdoblada, sobre todo a nivel del ángulo derecho o del transverso.

Esta arcada vascular paracólica, o arco de Riolano (arteria marginal de Drummond para los anatomistas anglosajones) relaciona los territorios mesentéricos superior e inferior y permite un aporte arterial suficiente en todo el marco cólico en caso de interrupción de uno de sus pilares. Esta arcada no suele ser visible en una arteriografía: sólo aparece en caso de anomalía circulatoria [Courbier, 1976]. De este modo, el «punto crítico» a nivel del ángulo izquierdo (punto de Griffith) tiene una significación discutida [Meyers,1976]. El arco de Riolano estaría ausente en el 5% de los casos a nivel del colon derecho, y la anastomosis colon derecho/colon izquierdo sería constante [Nelson, 1998].

A partir de la arcada nacen los vasos derechos que llegan al borde medial del colon. La vascularización parietal cólica tiene ejes esencialmente transversos: las colotomías tranversales son menos hemorrágicas que las incisiones longitudinales.

 



Anastomosis de sustitución


 Anastomosis sustitutivas entre el tronco celíaco, la arteria mesentérica superior y la arteria mesentérica inferior. En línea de guiones, las anastomosis desarrolladas a partir de restos embrionarios.

1. Arteria pancreática dorsal.

2. Arcada de Kirk.

3. Arcada de Riolano.

4. Arcada pancreaticoduodenal

5. Arcada pancreaticoduodenal superior.

6. Arcada de Rio Branco.

7. Arcada de Bühler.

8. Arcada de Drumond.

9. Tronco duodenopancreático posterior inferior.

10. Arcada de Villemin.

 

Puede desarrollarse una circulación colateral, destinada a compensar un defecto de aporte de uno o más de los tres troncos principales:

· a partir de restos embrionarios (se trata de cordones atrofiados que anastomosaron primitivamente en sentido longitudinal las ramas aórticas correspondientes a cada metamera. Pueden repermeabilizarse);

· a partir de las colaterales habituales.

 

Entre el TC y la AMS

Se trata de:

· la arcada de Rio Branco, que une la arteria gastroduodenal a la AMS a través de las arterias pancreticoduodenales ;

· la arcada pancreaticoduodenal posterior: anastomosis entre la arteria pancreática dorsal originada en el TC o en la arteria esplénica, y la arteria pancreática inferior (rama de la AMS);

· la arcada de Bühler: restos embrionarios de la anastomosis intersegmentaria ventral entre TC y AMS;

· la arcada de Kirk, restos embrionarios, encontrados en el 62 % de los casos analizados por Melliére .

 

Entre la AMS y la AMI

Se trata, esencialmente, de la arcada de Riolano, que une la arteria cólica superior izquierda, rama de la AMI, y la arteria cólica media o cólica superior derecha, rama de la AMS. El concepto angiográfico de «arcada de Riolano» merece particular atención. En un paciente normal, la angiografia no visualiza nunca la arcada en el conjunto de su trayecto. Sólo es visible cuando es sustitutiva.

En caso de obliteración de la aorta infrarrenal, se perfunde en sentido craneocaudal. En la obliteración de la AMS, se perfunde en sentido caudocraneal.




 Aortografía mostrando una arcada de Riolano con desarrollo caudocraneal por estenosis de la arteria mesentérica superior.

 

Su identificación mediante arteriografía, practicada para explorar una arteriopatía de los miembros inferiores, impone una aortografía de perfil para visualizar los tres troncos digestivos.

Courbier ha descrito cuatro tipos de arcada de Riolano en función de la hemodinámica de los flujos  y según el calibre de la arcada y de la arteria hemorroidal superior.




 Arcadas de Riolano (según Courbier): tipo I, tipo II, tipo III, tipo IV.

- Tipo 1: arcada pequeña de Riolano con arteria hemorroidal superior pequeña. Traduce una obstrucción aislada de la AMI.

- Tipo II: arcada gruesa de Riolano con arteria hemorroidal superior pequeña. Está asociada a un obstáculo en la AMS, mientras que la AMI asegura la irrigación mesentérica.

- Tipo III: arcada gruesa de Riolano con arteria hemorroidal superior gruesa, asociada a un obstáculo en el origen de la AMI y la encrucijada aortoilíaca.

- Tipo IV: arcada de Riolano gruesa y arteria hemorroidal superior gruesa, en caso de obstrucción de la salida de las dos arterias mesentéricas.

 

Tal como se puede ver, las diferencias mayores están esencialmente asociadas al desarrollo de la arteria hemorroidal superior.

Se localizan otras sustituciones:

· La arcada periférica de Drumond. No es más que una segunda arcada de Riolano yuxtavisceral, de calibre mucho más reducido, a menudo incompleta, a veces aún llamada arteria bordeante del colon de Mondor.

· La arcada de Villemin, subsistencia de la anastomosis intersegmentaria ventral entre la AMS y la AMI.

 

Otras vías

Si varios troncos principales están obstruidos, se puede asegurar la vascularización esplácnica mediante otras vías de sustitución:

· altas: arterias intercostales, diafragmáticas inferiores, mamarias internas;

· bajas: sistema hipogástrico y anastomosis entre las arterias rectales medias e inferiores y la arteria rectal superior.



 Puntos debiles en el circuito arterial

 


 Figura . Esquema compuesto que ilustra las múltiples  vías posibles de circulación colateral de los intestinos delgado y grueso, incluyendo zonas críticas de irrigación de puntos débiles en el circuito arterial. Las arterias constantes se muestran en negro, las inconstantes en blanco y las que están en líneas interrumpidas son zonas críticas.

*       Complejo de vías que comprenden intercomunicaciones con el tronco celiaco y la AMS, sobre todo  a través de la arteria gastroduodenal (GD) o hepática derecha (RH) de  origen superior.

*       Arcada pancreatoduodenal posterior creada por la arteria  retroduodenal (RD)(pancreatoduodenal posterosuperior) y sus comunicaciones  con la 1 y 2da arterias yeyunales.

*       Relaciones  de la arteria mesentérica superior (SM)  con la vascularización biliar, a través de la arteria cística  derivada de una arteria retroduodenal (RD).

*       Vaso paralelo de Dwight  compuesto  de las bases de las ultimas arcadas yeyunales e  ileales  y que se  continua desde la arteria pancreaticoduodenal  inferior común hasta la  arteria marginal de Drummond con la cual se anastomosa.

*       Arcada ileocolica, un punto de referencia en 76 % de  los pacientes.

*       La arteria marginal se continua desde la unión cecocolica  hasta la arteria rectal media (MR) y es suficiente, cuando no está interrumpida, para abastecer de sangre a todas  las arterias del colon descendente  cuando se liga  la arteria mesentérica superior.

*       La arteria cólica media (MC), su origen variable en la  mesentérica superior (SM), el tronco celiaco, la hepática derecha o la arteria gastroduodenal  cuando esta se origina en la mesentérica superior  ya  través de la arteria pancreatodorsal (DP) de origen esplénico y de las arterias  gastroepiploicas derecha e  izquierda.

*       Arco epiploico, en la pared posterior del epiplón mayor  que proporciona una irrigación importante al colon transverso, a  través de los vasos epiploicos  posteriores.

*       Zonas críticas (con línea interrumpida) de vascularización tenue  en la 4ta porción del duodeno, a  través del arco anastomosante, en el íleon terminal, a través de la rama ileal recurrente; en el Angulo esplénico en el punto de Griffith de la arteria marginal; y en el punto de Sudeck en la última  sigmoidea.

Puntos débiles en el circuito  arterial  marcados  con asteriscos:

1.      Entre las arterias gastroepiploica derecha ( RGE)  y la gastroepiploica  izquierda ( LGE) ( 10%).

2.      Entre la arteria pancreatoduodenal  inferior ( IPD)  y la  1  y 2da  arterias yeyunales;

3.       Ausencia de la arteria ileal recurrente ( 61%);

4.       Ausencia de anastomosis cecocolica ( 10%);

5.      Anastomosis ausente ( 7%)  o deficiente ( 32%) de la arteria marginal en el ángulo esplénico

6.      Punto de Sudeck entre la última sigmoidea y la rectal superior.

 

Consecuencias prácticas

Durante la ligadura de la arteria mesentérica inferior, el cirujano deberá tener cuidado de respetar los ramos nerviosos que están próximos a su origen: los ramos preganglionares simpáticos forman el plexo hipogástrico superior por delante de la aorta abdominal, entre el origen de la arteria mesentérica inferior y la bifurcación aórtica. Aunque el plexo se dispone lateral y posterior al plano de la fascia, sus elementos permanecen próximos al plano de disección oncológica. Por tanto, se aconseja tratar con cuidado los tejidos celuloganglionares que rodean el primer centímetro de la arteria [Lazorthe, 1993]. La abertura del plano de fijación posterior (que prolonga hacia arriba el plano de la fascia del recto) permite a continuación el despegamiento atraumático del meso sigmoide.

Salvo que haya una intervención previa o una arteriopatía asociada, la ligadura en su origen de los pedículos arteriales derechos o izquierdos en caso de exéresis oncológica reglada no compromete la vascularización del colon restante.

La movilización completa del colon izquierdo y del transverso, pediculizados tras la resección rectal sobre los vasos cólicos derechos, permite así las anastomosis del colon con bastante longitud para asociar la realización de un corto reservorio cólico.

En caso de antecedentes vasculares, más que la radiografía con contraste preoperatoria es la observación del colon tras un pinzamiento prolongado de los vasos lo que permitirá juzgar la repercusión de la intervención planificada, y adaptar en ocasiones la estrategia quirúrgica.

El problema de una vascularización cólica suficiente tras las ligaduras vasculares múltiples se presenta sobre todo para el cirujano digestivo a la hora de realizar plastias de sustitución tras una esofagectomía.

En la práctica, si no existe un arteriopatía, la irrigación arterial por el arco de Riolano siempre es suficiente para permitir liberar un segmento cólico largo susceptible, por ejemplo, de ascender al cuello: en la actualidad lo más frecuente es que la plastia empleada (Belsey) se pediculice sobre la arteria cólica izquierda, que se libera hasta el borde izquierdo de la cuarta porción del duodeno, tras el despegamiento coloparietal completo. La sección de la raíz del mesocolon transverso y el recorte cólico a nivel del ángulo derecho permiten así la interposición isoperistáltica del colon. Este tipo de plastia sería posible en el 80% de los casos [Peters, 1995]. Si no se puede realizar, el ileocolon derecho puede pediculizarse sobre la arteria cólica derecha (arteria del ángulo derecho) [Vandamm, 1976]. Tras la sección del tronco ileocecoapendicular, los 10 últimos centímetros del íleon están correctamente vascularizados a partir de la rama recurrente ileal que se anastomosa con la arcada marginal cólica. Este tipo de plastia también es isoperistáltica.

 

INERVACIÓN

La inervación neurovegetativa del colon proviene de un complejo plexo preaórtico, formado a partir de la cadena prevertebral abdominal, que recibe fibras parasimpáticas del nervio vago derecho a través de los ganglios celíacos y de las fibras simpáticas (ortosimpáticas) del tronco laterovertebral (nervios esplácnicos menores).

 Los ganglios forman dos plexos: el plexo mesentérico craneal (superior), destinado a la inervación del colon derecho, se dispone alrededor del origen de la arteria mesentérica superior. Sus fibras siguen los ejes arteriales.

 Los ganglios del plexo mesentérico inferior, destinado al colon izquierdo, se agrupan alrededor del origen de la arteria mesentérica inferior. Entre ambos plexos se sitúa una profusa red anastomótica: el plexo intermesentérico.

La identificación de estos elementos nerviosos y de su sistematización carece de utilidad práctica para el cirujano.

 

Puntos importantes

a.  Para el cirujano, el colon consta de dos partes: el colon derecho, vascularizado por las ramas de la arteria mesentérica superior y el colon izquierdo, vascularizado por la arteria mesentérica inferior. El límite entre ambas partes se sitúa en la unión del tercio medio con el tercio izquierdo del colon transverso.

b.  Los segmentos laterales (verticales) del colon (colon ascendente y descendente) están fijos por detrás mediante las inserciones de las fascias de Toldt. Los segmentos medios (transverso y sigmoide) son móviles, con un mesocolon libre y flotante.

c.   El colon enmarca la cavidad abdominopélvica y se relaciona de forma directa o indirecta con casi todas las vísceras. Los ángulos son unos segmentos quirúrgicos sensibles, debido a su fijación y proximidad al bloque duodenopancreático en la derecha y al bazo en la izquierda.

d.  En ausencia de arteriopatía, el arco de Riolano (arteria marginal de Drummond) constituye una vía de irrigación que siempre es suficiente.

e.  La ligadura en el origen de la arteria mesentérica inferior expone al riesgo de lesión del plexo simpático hipogástrico superior.

 

 

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