Apendicitis aguda. Publico



Dr. Juan Hernández Orduña

¿Qué es el apéndice?
El apéndice es un órgano pequeño en forma de dedo que se extiende desde la primera parte del intestino grueso. Se extirpa cuando se inflama (hincha) o se infecta. Esta afección se denomina apendicitis aguda.
Apéndice. (Del lat. appendix-icis).  Anat.: Prolongación delgada y hueca, de longitud variable, que se halla en la parte interna y terminal del intestino ciego, parte inicial del intestino grueso.

Función
Durante mucho tiempo se desconoció la función del apéndice, hoy se sabe gracias a estudios histológicos, es decir estudios del tejido del apéndice a nivel microscópico que forma parte del denominado MALT (tejido linfoideo asociado a mucosa) más precisamente al GALT (a mucosa intestinal: junto con amígdalas). Estos sistemas están relacionados con la Maduración anticuerpos, específicamente de linfocitos B    y su principal función es la secreción de Ig A, esta última podríamos decir que es una proteína destructora de bacterias y que ayuda a luchar contra la infección del organismo.   
Todo esto es gracias a que el apéndice está formado por Tejido linfoide (desde las 2 semanas de Nacimiento). En la infancia es el órgano con mayor número de   tejido linfático, de ahí su importancia, sin embargo con la edad esta función disminuye.
Se ha encontrado mayor incidencia de Cáncer de colon y CUCI en pacientes operados de apéndice, de ahí que ya no se promueve la apendicetomía profiláctica.

Frecuencia.
   La apendicitis aguda es una enfermedad frecuente y de gran importancia dada su potencial gravedad. Es la causa más frecuente de cirugías de urgencia y representa un 60% de todos los cuadros de abdomen agudo.
Una de cada 15 personas padecerá apendicitis aguda.
Alcanza su incidencia máxima entre los 10 a los 20 años.
La frecuencia por sexos es de 1:1 antes de la pubertad en la cual aumenta en varones  a 2:1 y vuelve a declinar otra vez a 1:1.  
Es mucho más frecuente en las razas que consumen gran cantidad de carne y relativamente rara en las razas que consumen una dieta rica en fibra.
Las tasas de morbididad y mortalidad son mínimas (0,1-0,2 %), sí el diagnóstico y tratamiento quirúrgico son tempranos.  En caso contrario, sea por mal diagnostico o difícil diagnostico en  situaciones  atípicas la morbimortalidad puede ser devastadora en  sus complicaciones  sépticas llegando  hasta la muerte.

Causas.
   La principal causa de la apendicitis aguda es la obstrucción de la luz apendicular (Parte interna del apéndice).   La obstrucción de la luz apendicular produce una acumulación de secreciones que condiciona la proliferación bacterias propias del intestino (flora saprófita) que exacerba su virulencia, y por otra parte provoca un aumento de la presión intraluminal (adentro de la luz del apéndice) con distensión apendicular, que compromete su irrigación arterial y venosa.
La obstrucción está producida por:
1.   Hiperplasia o crecimiento de los folículos linfoides de la submucosa (65%), especialmente en los niños y en los adolescentes; esto coincide con el pico máximo de aparición de la apendicitis aguda.

   Los folículos linfoideos de la lámina propia reaccionan a diferentes cuadros infecciosos generales (respiratorios, sarampión, mononucleosis) o locales (salmonella, shigella: dan una enteritis y dificultan el diagnóstico).  

 
Figura 1. En el gráfico vemos un corte transversal de un apéndice, visto al microscopio óptico donde se objetiva una marcada reducción de la luz y una dilatación importante de los folículos linfoideos de la lámina propia de la mucosa apendicular.

2.      Fecalitos (materia fecal) (35%) que pueden ocluir la luz apendicular (en los adultos), y cuya aparición se ve favorecida por el estreñimiento y la mayor consistencia de las heces; esto explicaría la escasa frecuencia de la apendicitis en las tribus africanas que viven, según sus usos tradicionales, con una dieta rica en residuos.

El Fecalito es más común en adultos que en infantes: se impacta coprolito o fibra vegetal no digerida, sobre la que sedimenta moco y obstruye la luz. 
 
  Figura 2. En ésta toma fotográfica endoscópica de ciego vemos la concreción de fibras vegetales, materia fecal y moco obturando el pliegue mucoso de Gerlach (válvula apendicular).

3.   Cuerpos extraños (4%), restos alimentarios no digeridos, parásitos (áscaris, oxiuros), tumores apendiculares (carcinoide), tumores de ciego que en su crecimiento afectan la base apendicular, bridas o cicatrices que provocan una acodadura del apéndice.


Áscaris lumbricoides: Parásito del perro, chancho o caballo, que puede infectar al hombre, apelotonarse y producir AA obstructivo. Cuando obstruyen la luz apendicular pueden desencadenar apendicitis.
 
Figura 3. Vemos una endoscopía con un hallazgo de áscaris en luz cecal y un ovillo de parásitos.

Apendicitis por bario retenido: En algunos pacientes, la realización de exámenes radiológicos baritados tiene como consecuencia la persistencia de bario retenido en el fondo apendicular. La mayoría de estos pacientes permanecerán asintomáticos, pero en otros casos se producirá la instauración de un cuadro clínico sugestivo de apendicitis aguda.
 
Figura 4. Radiografía simple de abdomen que muestra la presencia de bario retenido en la fosa ilíaca derecha, (parte inferior derecha del abdomen), 3 semanas después de un estudio intestinal, en un paciente con clínica sugestiva de apendicitis aguda.

   Procesos tumorales (-1%) carcinoma cecal – apendicular, tumor carcinoide.



  Figura 5.  Neoplasia o cáncer  de ciego: endoscopía baja,

Evolución



   La inflamación del apéndice se origina por una obstrucción luminal (de la luz interior del apéndice) y pasa por una serie de estadios evolutivos secuenciales, es por esto que decimos que existen cuatro tipos de apendicitis, en base al tiempo de evolución del cuadro.

1     Apendicitis congestiva o catarral
Una vez instalada la obstrucción se produce acumulación de moco en la luz apendicular con lo que aumenta la presión intraluminal. Macroscópicamente vemos un apéndice con edema, engrosado y con congestión de la serosa.





2     -apendicitis flemonosa o supurativa
   Ante el cuadro inflamatorio, la mucosa apendicular continúa secretando moco, con lo que aumenta aún más la presión intraluminal. Aparecen pequeñas ulceraciones en la mucosa la que es invadida por bacterias con lo que transforman el exudado en purulento. Macroscópicamente vemos la serosa intensamente congestiva, edematosa, de coloración rojiza y con exudado fibrinopurulento en su superficie.



3.   Apendicitis gangrenosa o necrótica
Al aumentar la presión intraluminal se compromete el riego arterial, con la falta de oxígeno y mayor proliferación bacteriana. Macroscópicamente  el  apéndice  presenta  áreas  de  color  púrpura,  verde  gris  o  rojo  oscuro,  con micro perforaciones, aumenta el líquido peritoneal, que puede ser tenuamente purulento con un olor  a materia fecal.  



4.   Apendicitis perforada
Como su  nombre lo dice   apéndice ya perforado con la posterior  salida de   material purulento,  o material fecal  que puede  localizarse   en una zona del abdomen o generalizarse en toda la cavidad abdominal.








Plastrón apendicular: El exudado fibrinoso inicial produce la adherencia de las asas del intestino delgado adyacentes, a manera de mecanismo de defensa que intentará bloquear el proceso para impedir una peritonitis generalizada. Esto se denomina plastrón apendicular.
Cuando la perforación se lleva a cabo dentro de un plastrón y el proceso inflamatorio e infeccioso dentro del plastrón digiere el apéndice y producen pus, hablamos de lo que se denomina absceso apendicular.
  
Manifestaciones clínicas.
   El paciente suele permanecer acostado, quieto, con el muslo derecho flexionado. Los movimientos y la tos acentúan el dolor. En los estadios precoces es útil provocar este signo haciendo dar pequeños saltos al paciente, que desencadenan el dolor local. La actitud durante la deambulación es característica, dado que el enfermo adopta una marcha antialgica (camina inclinado, agarrándose    la parte inferior derecha del abdomen).
El dolor es el síntoma más importante de la apendicitis aguda y a menudo es el inicial. El cuadro típico comienza con dolor abdominal localizado epigastrio (la boca del estómago) o alrededor del ombligo: (peri umbilical), producido por la distensión del apéndice. Este dolor suele ser continuo y poco intenso, aunque en ocasiones es de tipo cólico (cólico apendicular).



 Cuando el cuadro infeccioso progresa da contracción muscular y dolor referido a la fosa iliaca derecha (FID). Esta secuencia se produce en un 70 % de los casos; en el 30 % restante el dolor comienza directamente en el cuadrante inferior derecho.
    En caso de peritonitis aguda consecutiva a perforación, la defensa muscular es generalizada.
       De forma excepcional, una apendicitis puede causar un shock infeccioso, una septicemia o incluso un absceso hepático.
    El lactante puede presentar agitación, insomnio, rechazo a la alimentación, diarrea y fiebre elevada que a menudo retrasan el diagnóstico.
En la mujer embarazada, el apéndice se desplaza hacia el hipocondrio derecho después del primer trimestre.
En las personas de edad avanzada, las manifestaciones clínicas suelen ser más leves.
   Las náuseas y los vómitos también son frecuentes. Por lo general, aparecen poco después del inicio del dolor, aunque en ocasiones preceden a éste. La aparición de náuseas y vómitos antes del dolor no descarta una apendicitis aguda. El paciente vomita una o dos veces y siempre luego del dolor.
No hay abdomen agudo con hambre. La anorexia es casi constante.
   El ritmo intestinal está alterado casi siempre hacia el estreñimiento, aunque hasta el 20 % de los pacientes pueden presentar diarrea, sobre todo en las apendicitis de localización pélvica.
   Pueden aparecer también síntomas miccionales, sobre todo en las apendicitis pélvicas, por la irritación de la vejiga contigua al proceso inflamatorio.
El aumento de temperatura es frecuente, aunque poco intenso. Las temperaturas superiores a los 38,5-39 o son raras y deben hacer pensar en una complicación evolutiva o en otro proceso.

Exploración física
Disminución de reflejos cutáneos en FID.  Sensibilidad aumentada al tacto  en fosa iliaca derecha,  y a la presión. Resistencia muscular involuntaria en fosa iliaca derecha. Peristalsis disminuida.
Defensa: Consiste en la contractura involuntaria de los músculos del abdomen cuando se intenta realizar una palpación profunda. Es un signo que debe alarmar al médico. En caso de una apendicitis es sinónimo de cirugía. Es  dato de peritonitis aguda.
Los siguientes signos son típicos de la apendicitis:
1.          



Signo de Mac Burney. El signo más constante y característico con la palpación es el dolor al presionar en el punto de Mac Burney, situado en la unión del tercio externo y los dos tercios internos de la línea que une la espina ilíaca anterosuperior y el ombligo. Éste es el punto de máximo dolor y signo constante en la apendicitis aguda.
 
2.


Signo de Blumberg. Dolor provocado por la descompresión brusca del abdomen. Es un signo útil de irritación peritoneal; 
 
3.   Signo del psoas. (Cope) ( Meltzer Hausman) La flexión activa del muslo derecho provoca dolor o lo aumenta. Es útil en las apendicitis retrocecales.





4.        

Signo del obturador.  (Sachary-Cope) Consiste en la aparición del dolor con la rotación interna pasiva del muslo derecho. Es útil en las apendicitis pélvicas.


5.  



Signo de Rovsing. La presión en el cuadrante inferior izquierdo provoca dolor en el cuadrante inferior derecho. Se produce por el aumento de presión retrógrado del colon que distiende y moviliza el polo cecal y el apéndice.


Existen otros signos para apendicitis atípicas estos   son   conocidos por el médico especialista.


Laboratorio
En la mayoría de los casos existe una leucocitosis ligera (aumento de glóbulos blancos), hasta 15.000 leucocitos/ml.  Con neutrofilia.
La Proteína C reactiva, encontrándose una tasa   de resultados negativos falsos de 3% y positivos falsos de 11%, con una sensibilidad de 93.5% y especificada de 80%.
   En todo caso, los datos de laboratorio son complementarios y no pueden sustituir a la historia clínica y a una exploración cuidadosa.

Diagnóstico por imagen
Existen    varios estudios de imagen que pueden utilizarse en el diagnóstico de apendicitis aguda sin embargo estos estudios   son apoyo para el diagnóstico de la enfermedad pues este sigue siendo clínico primordialmente, se encuentra ayuda en caso de duda diagnostica o en casos atípicos de apendicitis aguda.   Estos  estudios pueden ser: radiología simple, colon por enema, ultrasonido,     tomografía computarizada,  resonancia magnética, Gammagrafía con tecnecio 99m.

Conclusiones de radiodiagnóstico.
     Debido a su sensibilidad y especificidad óptimas, consideramos a la ecografía como la técnica de elección primaria en el diagnóstico de la apendicitis aguda.
     La ecografía es una técnica especialmente interesante en el diagnóstico en niños y gestantes por la ausencia de radiación. Además, el tiempo de realización es corto, sin necesidad de utilización de contraste ni de preparación previa del paciente.
     La TC puede considerarse como prueba de segunda línea en casos en que los resultados obtenidos con  la ecografía no sean concluyentes y persista alta sospecha clínica.

Diagnostico integrado
  De las manifestaciones clínicas y de laboratorio, las que tiene mayor sensibilidad para el diagnóstico de apendicitis aguda son: Manifestaciones cardinales
1.   Dolor característico (migración de la región peri umbilical al CID o localización inicial en CID)
2.   Manifestaciones de irritación peritoneal.
3.   Datos de respuesta inflamatoria ( leucocitosis con mayor predominio de neutrofilos)
  
  Philip Thorek reconocido anatomista, semiólogo quirúrgico, docente y escritor de medicina de mediados del siglo pasado (Philadelphia – EE.UU) estableció respecto de la evolución clínica de la apendicitis, los clásicos POSTULADOS DEL DOLOR y la denominada PRUEBA DE LAS DOS PREGUNTAS




¿Dónde le comenzó el dolor?  Y  ¿Dónde le duele ahora?

Diagnóstico diferencial.
Se dice que una tasa de apendicetomías falso-negativa del 15 al 20% todavía es una buena práctica quirúrgica. Y en embarazadas  se acepta hasta el 50%
El diagnóstico diferencial de la apendicitis puede hacerse prácticamente con todos los procesos causantes de un abdomen agudo. Según la edad y el sexo, se debe establecer el diagnóstico diferencial con una serie de procesos específicos. A continuación se indican los más comunes.
La patología que más se confunde  en los niños es la adenitis mesentérica.

Cuadro 2 - Principales diagnósticos diferenciales de la apendicitis aguda.
Ginecológicos
(exploración física, β-hCG, ecografía) 
Salpingitis
Otros no infecciosos (embarazo extrauterino, torsión de anexo, quiste complicado, ovulación dolorosa) 
Urinarios
(tira reactiva urinaria, ECBO, ecografía) 
Píelonefritis aguda derecha
Cólico nefrítico 
Orquiepididimitis aguda derecha
Digestivos 
Linfadenitis mesentérica (rinofaringitis, fiebre elevada, ecografía, vigilancia)
Gastroenteritis (en caso de dolores predominantes, con poca diarrea; ecografía)
Infarto del epiplón, apendalgitis o torsión del epiplón (sin fiebre, ecografía o TC)
Inflamación del divertículo de Meckel (ecografía, o TC, o exploración quirúrgica sistemática en ausencia de apendicitis)
Divertículitis del ciego o del colon derecho o incluso sigmoidea (TC)
Enfermedad de Crohn (antigüedad de los síntomas, diarrea, signos sistémicos, ecografía o TC), ileítis, colitis agudas de causas diversas.
Cáncer infectado del colon derecho (edad, alteraciones previas del tránsito, anemia, TC)
En caso de peritonitis, todas las causas de peritonitis. 
Leyenda: hCG: gonadotropina coriónica humana; ECBO: estudio citobacteriológico de la orina; TC: tomografía computarizada.

Tratamiento.
El tratamiento de la apendicitis aguda es quirúrgico. La única excepción a esta regla podría ser una apendicitis muy evolucionada, que manifiesta la existencia de un flemón periapendicular; en este caso, las maniobras quirúrgicas podrían producir complicaciones. El tratamiento expectante en estos casos consistiría en antibióticos, reposición hidroelectrolítica, dieta absoluta, sonda de aspiración gástrica, reposo en cama y opiáceos. El propósito de este tratamiento es la formación de un absceso circunscrito que se drenaría a las 3-4 semanas.
La técnica de elección hoy en día está en discusión; algunos autores optan por la apendicetomía convencional o abierta y otros por la efectuada por vía laparoscópica. Esta última vía de acceso está indicada sobre todo cuando el diagnóstico es relativamente incierto, se sospecha perforación o el paciente es obeso. La excelente visualización de todos los órganos de la cavidad abdominal evita, en ciertos casos de errores diagnósticos, la extensión excesiva de la incisión abdominal.

Los principales argumentos en favor de la laparoscopia son 4:
a)    mejor resultado estético;
b)    disminución del dolor y la morbilidad parietal;
c)    reducción del tiempo de ingreso y de alta;
d)    posibilidad de corregir un diagnóstico erróneo, sobre todo en la mujer;
e)    obesidad. (Enochsson, 2001)

En favor de la laparotomía hay que recordar que:
1.   es fácilmente reproducible;
2.   la duración media de la intervención es más corta;
3.   la frecuencia de abscesos endoabdominales es menor (Pairk, 1997);
4.   el coste hospitalario es indiscutiblemente más bajo. (Heiklinen, 1998)

Las ventajas de la apendicetomía laparoscópica en relación a la laparotomía necesitan estudios adicionales. Por estos motivos, la apendicetomía laparotómica o abierta sigue siendo hoy día una técnica adecuada (Moberg, 2005. Long, 2001. Pescjaud, 2006).

Operación de apéndice Apendicetomía
La apendicetomía es la extracción del apéndice vermicular que se encuentra en el ciego (región del intestino) y que esta inflamado o infectado.
La cirugía se realiza con el paciente dormido y libre de dolor, usando anestesia general.
Se realiza una incisión pequeña en el lado derecho inferior del abdomen y por ésta se accede a la cavidad abdominal, y se extrae el apéndice.
Si se ha formado una acúmulo de pus infectado (absceso) o el apéndice se ha desgarrado, debe lavarse muy bien el abdomen durante la cirugía y se dejará un tubo pequeño para el drenaje de exudado o pus.
Otro tipo de técnica que se puede utilizar es la cirugía por vía laparoscópica. En un porcentaje bajo de casos se debe convertir en cirugía abierta, sin que esto suponga un problema añadido serio.











Expectativas tras la operación
La recuperación de una apendicetomía simple, es completa y normalmente rápida. Si el apéndice ha desarrollado un absceso o una perforación, la recuperación será más lenta y más complicada, requiriendo el uso de medicaciones para tratar la infección (antibióticos).

Convalecencia pronóstico.
La mayoría de las personas se recuperará rápidamente después de la cirugía si el apéndice se extirpa antes de que se rompa.    Las primeras fases de la apendicitis aguda en la mayoría de los casos es corta y los pacientes salen el hospital entre 1 y 3 días después de la operación. Las actividades normales pueden reanudarse a las 3 semanas posteriores al alta.
Los riesgos adicionales para la apendicetomía son los derivados de un absceso o de una perforación. En cualquiera de estos casos: La estancia hospitalaria se prolongará. Deberá seguir un tratamiento antibiótico, habitualmente durante 10 o 15 días. Si el apéndice se rompe antes de la cirugía, la recuperación puede tardar más tiempo. También es más probable que usted desarrolle otros problemas, tales como: Un absceso Obstrucción del intestino, Infección dentro del abdomen (peritonitis), Infección de la herida después de la cirugía
Pudiendo requerir varias cirugías e incluso estancia en terapia intensiva. Esto va en relación al tiempo de evolución, es decir de que inicio los síntomas hasta el tratamiento.

Complicaciones
   El porcentaje de complicaciones aumenta de acuerdo al tipo de apendicitis aguda, el grado de evolución de la misma y la edad del paciente. La perforada o gangrenadas, consideradas como heridas contaminadas o sépticas aumentan el índice de infecciones de la herida operatoria hasta el 60% y la posibilidad de abscesos intraabdominales. La mortalidad es de 15% en ancianos cuando ya está perforada y en pacientes no ancianos la tasa va de 0.1 a 3%.

Complicaciones de apendicitis aguda
Peritonitis
Abscesos periapendiculares localizados
Abscesos hepáticos
Sepsis grave de origen abdominal.
Choque séptico
Muerte

Alerta:
Se siguen produciendo muertes por la apendicitis aguda hoy en día. Si una persona tiene síntomas de apendicitis (dolor en el abdomen inferior derecho, fiebre, pérdida de apetito, náuseas y vómitos), no se deben usar paños calientes, lavativas, laxantes, u otros tratamientos domésticos. Debe de acudir a urgencias cuanto antes. Con un médico calificado o si es posible con un especialista.

Prevención
No se ha establecido ningún método de prevención, sin embargo,    en la frecuencia se ha demostrado mayor incidencia en países con    ingesta baja   de fibra y alta ingesta de carne, y en los países con mayor ingesta de fibra    la frecuencia de apendicitis aguda es muy baja o nula.  De aquí podemos  establecer que una dieta rica en fibra  serie   preventiva de los cuadros de apendicitis aguda.

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